Cansarte de las reuniones por Zoom tiene un nombre “Zoom fatigue”. No eres el único que luego de un día lleno de videoconferencias se siente muerto de cansancio. Al final, el día ha pasado “rapidísimo” sientes que no avanzaste mucho, pero no puedes más y solo quieres cerrar los ojos y escuchar música. Todo tiene explicación y no es que ya no rindas igual que antes, sino que de verdad las reuniones virtuales pueden ser más desgastantes que las que teníamos antes de manera presencial.
La diferencia, aunque suene contradictorio, es que antes hacíamos más cosas para una reunión. Ir de una oficina a otra, salir a la calle, buscar un café o una bebida en la tienda cercana, ir a arreglarte al baño, organizar un poco la sala de reuniones, conectar los equipos para una exposición, en fin, varias actividades que te distraían un poco antes de cada sesión. Esto hacía que disminuya un poco el nivel de cortisol, la hormona que liberamos cuando estamos estresados. Actualmente, podemos pasar de una reunión a otra en cuestión de segundos, lo que no nos permite darnos ese descanso y pequeña actividad física.
Otro factor que aumenta el estrés es la naturaleza misma de una videollamada y las limitaciones que conlleva. Una mala conexión que te lleve a que un cliente importante no te escuche de manera correcta, eleva mucho el nivel de estrés. Tu gato jugando con los cables del computador, haciendo que se apague en medio de una sesión importante, no entender lo que dice otra persona debido a que hay ruido o simplemente no sabe cómo funciona el sistema. Todo ello hace que mentalmente quedemos exhaustos luego de una reunión.
Como con muchos otros problemas que nos ha traído el trabajo a distancia, la solución es simple. Tratar de que el trabajo desde casa se parezca más al de la oficina. Intenta darte al menos 5 minutos de descanso entre una reunión y otra. Sal a tu balcón, patio o cualquier lugar abierto por un momento, ve a buscar alguna bebida que disfrutes y descansa. Si es posible, agenda tus reuniones para que no se den todas en un mismo día. Pero, sobre todo, recuerda que la vida no termina luego de tu hora de salida, distráete con tus actividades favoritas, ejercítate y libera el estrés acumulado.
Sin duda otra fuente de estrés es tener que reunirte más veces de las necesarias. Muchas de las ocasiones, hay situaciones que se pueden resolver con una llamada simple, un correo o incluso un mensaje. Trata en lo posible de evitar coparte de sesiones a menos que sean totalmente imperativas. Además, llevar toda la información de tu empresa en cualquiera de tus dispositivos electrónicos, puede ayudarte a no depender de mil reuniones en un día. Con Sofya tú y tus colaboradores de confianza pueden llevar la información administrativa, financiera, nómina, ventas, compras y mucho más desde cualquier dispositivo con acceso a internet. Evita reuniones y ten todo el control con nuestros servicios. Escríbenos y descubre cómo podemos ayudarte a reducir costos, tiempos y sobre todo estrés.