A medida que las personas empezaron a consumir una mayor cantidad de productos en línea, el ecommerce se ha posicionado como un medio de compra rápida especialmente para negocios minoristas. Se espera que esta tendencia siga creciendo aún más a futuro, con ventas previstas en 8 billones de dólares para 2027. Sin embargo, una estructura deficiente en tu página web puede afectar las ventas en este medio de negocio.

Una estructura bien establecida en la página web es uno de los factores que permiten triunfar a los negocios en este medio. Un diseño visualmente atractivo, facilidad de navegación, carga rápida y una experiencia fluida para el consumidor es lo que buscan las personas que ingresan a tu web.  

Imagina que quieres comprar un par de zapatos, pero la página web no cuenta con una barra de búsqueda y no permite filtrar por colores o tallas. Terminarás abandonando el sitio. En cambio, una tienda virtual que ofrezca una navegación clara e intuitiva convierte fácilmente a los usuarios en clientes.

Existen cinco factores que definen a una buena estructura de un sitio web: la facilidad de uso, diseño compatible con teléfonos móviles, tiempo de carga rápido, proceso de pago fácil y una buena presentación de los productos. Estas características permiten que tu ecommerce genere una mejor experiencia del usuario, mejora la optimización en motores de búsqueda, genera una mayor retención en los clientes y permite escalar el negocio más rápido.

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