En otro artículo, mencionamos que la utilización de Zoom u otras aplicaciones para la comunicación a distancia pueden generar mucho cansancio. Por ello, contábamos cómo a pesar de que los trabajadores o empresarios están en sus casas, el teletrabajo puede ser incluso más cansado que el trabajo en una oficina convencional. En esta ocasión te traemos algunos tips que puedes tomar para que sobrelleves mejor las videollamadas.
La primera recomendación es evitar saturarte de videollamadas. Si es posible espaciarlas en el tiempo o evitar las reuniones sería lo óptimo. Sin embargo, a veces no estamos en la posición de suspender las reuniones o a veces sabemos que son inevitables. En esos casos, Expertos de la Universidad de Stanford han señalado las fuentes más grandes de estrés en las videollamadas. A continuación, las enlistamos.
En este primer caso, no hay mucho que podamos hacer más que evitar prender la cámara. Si es un cliente nuevo o alguien a quien debamos supervisar como alumnos, no prender la cámara es imposible, pero si se trata de reuniones periódicas es mejor conversar con los interlocutores para evitar el uso de la cámara. La razón de esto es que el efecto de saber que se aparece en la pantalla de alguien más, hace que las personas se sientan observadas. Es como tener alguien constantemente viendo las expresiones y movimientos del otro y eso es un gran generador de estrés. Si bien, sabemos que siempre hay ese compañero, jefe o cliente que siempre sugiere prender la cámara, podemos usar una gran justificación a la que es difícil resistirse; de hecho, al no usar la cámara cuidamos el ambiente. La energía que requiere una videollamada es significativamente mayor a solo usar el canal de voz o el chat. Usar este dato interesante puede ayudar a no usar video si no es necesario.
Si el tip anterior no fue suficiente o de hecho es necesario prender la cámara aun puedes hacer cosas para que no sea tan estresante y fatigante. Si te encuentras exponiendo un tema puedes apagar por un momento la pantalla en la que miras a los demás de ese modo te sentirás menos observado. La exposición continuará con menos estrés y de todas formas escucharás si los demás tienen alguna consulta.
El hecho de que la cámara del celular o de la computadora esté tan cerca al rostro de los demás interlocutores hace que el cerebro sienta una extrema cercanía, como si estuviéramos a escasos centímetros del rostro de la otra persona, además todos se sienten obligados a mantener la mirada fija a la cámara o a la pantalla, lo que hace más incómoda la situación. Normalmente en las reuniones, las personas escriben se levantan comentan algo entre todos, se mueven y hacen que todo sea más relajado. Cosas que no son posibles en una videollamada. En estos casos, lo mejor sería minimizar la pantalla para que no se vea a los interlocutores “tan grandes”. De la misma forma es mejor alejar lo más posible la pantalla para evitar esa sensación de ser observado.
Otra fuente de estrés es la de no moverse. Como mencionamos en otro artículo, en reuniones presenciales, la gente debe moverse de lugar o al menos en el mismo sitio hay que levantarse, escribir y varias actividades que de alguna manera alivian la tensión. Sin embargo, en línea podemos pasar de una reunión con alguien en Japón y al instante conectarnos con alguien en Cuenca sin levantarnos del asiento. Esto hace que haya menos actividad física. Si puedes darte unos minutos para levantarte y salir de la habitación entre los minutos, es lo mejor que puedes hacer para relajarte tanto física como mentalmente. Las reuniones a distancia pueden ser muy útiles, pero el tiempo ha probado que no alivian el estrés y que más bien podrían ser más fatigantes que las reuniones presenciales. Sin embargo, puedes hacerlas más llevaderas. De la misma forma otras actividades como la facturación pueden ser más sencillas y rápidas con el uso del software de Sofya. Realiza tu facturación electrónica masiva sin preocupaciones y ten acceso a ella desde cualquier dispositivo con acceso a internet. Escríbenos