Los chatbots no son nada nuevos, llevan algunos años en el mercado e interactuamos con ellos a diario, incluso para realizar trámites burocráticos. Si bien han estado disponibles por algún tiempo, no todas las empresas, aun las que funcionan por vía electrónica, los han adoptado. Bajo una nueva realidad en la que nuestro sitio web y redes sociales, han reemplazado escaparates y mostradores físicos, un chatbot puede ser de vital importancia.
Ahora ya es común notarlos no solo en sitios de comercio electrónico, sino también como asesores virtuales en páginas del gobierno o servicios sin fines de lucro. Cada día, los chatbots basados en Inteligencia Artificial van avanzando y permiten una interacción lo más cercana a la realidad. Si bien, aun presentan limitaciones que no reemplazan a la retroalimentación y resolución de problemas que brinda alguien real, las respuestas programadas o chatbot son una herramienta que en la mayoría de los casos es útil. Por ejemplo, en la venta de un producto específico como comida o cualquier otro ítem de primera necesidad, las consultas casi siempre van a ser las mismas y el proceso de compra similar, por lo que la automatización es incluso más eficiente que la interacción de un humano.
Esto es porque mientras un humano puede atender a un cliente a la vez, un chatbot puede atender a una infinidad de consultas al tiempo. En ocasiones, una respuesta rápida y oportuna puede ser la diferencia entre hacer una compra o no. De acuerdo con Gartner, para el 2021, las primeras marcas que rediseñen sus sitios web basados en la búsqueda visual y por voz, con el uso de chatbots, aumentarán sus ingresos por comercio digital en un 30%.
La tendencia es hacia el uso de esta herramienta y el público ha ido adaptándose rápidamente a que la atención sea por este medio. Además de la ventaja ya mencionada, un chatbot puede recopilar información de sus clientes y sus hábitos de consumo, con ello no solo que se puede realizar campañas de mercadeo más efectivas, sino que chatbots que funcionan con Inteligencia Artificial, “aprenden” y predicen el comportamiento de los compradores. Este servicio es pagado, sin embargo, al ser un programa no existe horario de atención, por lo que los costos se reducen.
Hay consultas y atención en las que la respuesta humana no puede ser reemplazada. Al momento, un problema específico, un mal funcionamiento del sistema, asistencia técnica personalizada o incluso atención a personas de la tercera edad o poco educadas en el entorno digital (algo común en países como el Ecuador), hacen que sea necesaria la atención humana. Por ello, el utilizar las ventajas de una atención humana y otra basada en la inteligencia artificial, puede ser de gran ayuda para el crecimiento de un negocio. De la misma manera, Sofya puede automatizar la forma en la que administras tu empresa. Mostrándote reportes inmediatos de la información que requieras en donde te encuentres y con el uso de un dispositivo con acceso a internet. Te invitamos a conocer más de nuestros servicios, escríbenos.