En épocas de pandemia vimos como hasta los negocios más reticentes se volcaron a lo digital para ofrecer y comercializar sus productos. También surgieron empresas y otras que lamentablemente cerraron por la falta de ventas en esta época tan complicada. Sin embargo, si sabemos ya que las empresas deben calcular muy bien sus precios para no salir en contra con la venta vía e-commerce, que más necesaria que la implementación de un sitio web para ventas en línea, es la utilización de plataformas ya existentes que ya tienen una llegada segura al público, entre otros datos ¿qué le falta al país para asegurar no solo un comercio electrónico más eficiente y seguro, sino que el Estado mismo funcione en el entorno digital?
El comercio por vías digitales ya es una realidad que florece en el mundo desde antes de la pandemia. Sin embargo, en el país era muy poco lo que se hacía por este medio. La mayoría de las compras y transacciones se seguían haciendo de forma manual. La pandemia obligó tanto a consumidores como empresas a modernizar sus servicios y ahora no solo es normal pedir el almuerzo por medio de una aplicación, sino también ropa, maquillaje o incluso realizar operaciones bancarias que los más desconfiados solo hacían de manera presencial. Asimismo, pagos a servicios públicos y trámites que se hacían presencialmente, ahora se pueden realizar en línea, sin embargo, no siempre de la forma más eficiente posible.
Para bien o para mal, los negocios han mutado de manera rápida. Sin embargo, según Daniela Espinosa, Gerente de Operaciones de Kushki hay cosas en las que el país aún no está preparado para digitalizarse a un nivel como el internacional. Realizar pagos, por ejemplo, Espinosa asegura que las instituciones públicas ya están preparadas para ello, pero la reglamentación actual hace que todavía encuentren obstáculos. Kushki es una pasarela de pagos ecuatoriana que ahora funciona en 6 países, una de las observaciones de su Gerente de Operaciones es que los “valores recaudados por los auxiliares del sistema financiero (en este caso fondos públicos o de entidades públicas) serán debitados hasta máximo el primer día hábil posterior a la recaudación”.
“En transacciones en línea, el ecosistema digital no logra cumplir ese máximo de tiempo porque las operaciones realizadas fuera del horario financiero, son concebidas como transacciones hechas el próximo día laboral. Si un pago se realiza a las 20 horas de un día laboral, por ejemplo, para la entidad procesadora contará como una operación del siguiente día. Entonces, la liquidación tardará más del tiempo estipulado”. Cambiar esto es clave para que las entidades públicas funcionen de una mejor manera según la especialista.
A nivel privado uno de los cambios principales sería tributario, para que las pasarelas de pago fueran agentes de retención y de esta forma apoyar el desarrollo del comercio digital en el país. Con ello, se crearían nuevos market places nacionales que permitan dejar la dependencia de servicios internacionales y lograr que $150 millones anuales se queden en el país. Tanto para la facturación electrónica masiva, como para llevar tu información financiera y tributaria, te ayudamos en Sofya. Te ofrecemos software amigable y personalizable para que todo lo puedas realizar desde donde te encuentres. Si tus clientes ahora pueden encontrar tus productos y comprarlos desde su celular o computador, por qué tu no manejas toda tu empresa de la misma manera y desde cualquier dispositivo. Contáctanos, tenemos planes para empresas de todo tamaño.